Si con el Ferrari 296 GTB la marca de Maranello volvió a utilizar un motor V6 en un modelo de calle, algo que no hacía desde el Dino, ahora es el Ferrari 296 GT3 el que vuelve a marcar un hito en la historia de Ferrari, en este caso en competición. Y es que este nuevo modelo supone el regreso a los circuitos de un Ferrari con motor de seis cilindros.
El debut de este coche, que recupera el legado que dejó el Ferrari 488, está previsto en las 24 Horas de Daytona de 2023. Según la marca, se trata de un proyecto desarrollado en torno a las necesidades de los equipos y los pilotos que compiten en la categoría de GT, lo que ha supuesto para Ferrari aplicar un nuevo enfoque no solo en el diseño, sino teniendo en cuenta lo que supone la gestión de un coche durante un fin de semana de carreras.
Motor V6 tubo de 3 litros con 600 CV
Como habrás podido imaginar, el 296 GT3 está derivado del 296 GTB, aunque el sistema de propulsión deja de lado la hibridación, para cumplir con la normativa del campeonato. Se trata de un V6 sobrealimentado con los turbocompresores instalados en el interior de la «V» a 120 grados que forman las bancadas de cilindros. Esta disposición tiene unas ventajas especialmente importantes en un coche de carreras, como la compacidad y, sobre todo, que permite bajar el centro de gravedad.
Respecto al 296 GTB, el motor se instala ligeramente adelantado y en una posición más baja. También se utilizan componentes más ligeros, y se han realizado una serie de modificaciones que mejoran el rendimiento, siempre sin comprometer la fiabilidad, clave en las carreras de resistencia, y manteniendo un consumo de combustible lo más bajo posible. La potencia anunciada es de 600 CV a 7.250 rpm, con un par máximo de 710 Nm a 5.500 rpm. A modo de comparación, la unidad híbrida del 296 GTB de calle, que cuenta con la «ayuda» de un motor eléctrico, alcanza los 830 CV, y el par máximo llega a 740 Nm.
La caja de cambios es un desarrollo específico para este coche, con seis marchas y un embrague monodisco de actuación electrónica que se puede controlar desde el volante, en vez de a través del clásico pedal.
Preparado para competir
Además de las modificaciones en el motor, el chasis ofrece un 10 por ciento más de rigidez que en el 488 GT3, y todo se ha diseñado pensando en facilitar el trabajo de los ingenieros y mecánicos durante las carreras. Por ejemplo, tanto la parte delantera del coche como la trasera se pueden desmontar en segundos. Las suspensiones, de paralelogramo deformable en ambos ejes, están ajustadas para sacar el máximo partido de los neumáticos, mientras que los frenos equipan ahora discos más grandes en el eje delantero (400 mm) y pinzas de nuevo diseño.
Un apartado muy importante en estos coches, la aerodinámica, se ha trabajado a fondo, como se aprecia en las imágenes. De hecho, se ha aumentado nada menos que un 20% la carga vertical que genera la carrocería a alta velocidad, en comparación nuevamente con el 488 GT3. Aun así, incluso con el gran alerón, las tomas de aire o los splitters, la silueta del 296 GTB de calle es perfectamente reconocible.
En el puesto de conducción se aprecian los cambios necesarios por reglamento, con muchos controles y funciones que ahora se manejan desde un volante inspirado en los que utilizan los monoplazas de Fórmula 1 de la marca. No se ha dejado de lado el confort para los pilotos, que cuentan con aire acondicionado, con muchas más posibilidades de ajuste y con un acceso más fácil al cockpit.
Seguro que a tí también te gustaría experimentar lo que se siente a sus mandos, pero de momento tendremos que conformarnos con disfrutar de las imágenes.