Cuando Hyundai presentó al mundo al Ioniq «original» nos llevamos una grata sorpresa. Su línea rompía con los cánones impuestos, aunque también hubo quien insinuó que «copiaba» al rey de la categoría híbrida: el Prius. El caso es que el golpe de efecto no fue solo estético. Su técnica era pionera ya que era el primer modelo que nacía para ser la «santísima trinidad» del sector. Esto es que sobre una misma base técnica ofrecerse en tres versiones diferentes…
Así es como Hyundai lanzó al mercado los Ioniq HEV (híbrido convencional), PHEV (híbrido enchufable) y BEV (eléctrico puro). Todos con un mismo diseño, salvo por ciertos detalles propios que los alejaban. Y el experimento les ha salido redondo pues aunque sus ventas no han sido muy altas, les ha otorgado la imagen que ellos buscaban: ser referencia en movilidad eléctrica. Ahora, que lo han despedido para siempre, llega una peligrosa llamada a revisión.
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Las unidades del Hyundai Ioniq HEV y PHEV llamadas a revisión fueron fabricadas entre los años 2017 y 2018…
Según la National Highway Traffic Safety Administration, el Hyundai Ioniq podría salir ardiendo. Al parecer una conexión floja entre los contactos del relé principal puede provocar un aumento de la resistencia eléctrica entre ellos. Si esto sucede, las piezas pueden calentarse lo suficiente como para provocar un incendio en el circuito. Si esto ocurre la luz de advertencia del sistema podría encenderse e incluso podría no ser posible arrancar el vehículo.
El problema subyacente que se presenta es que Hyundai ya hizo una llamada a revisión por este fallo en el pasado. Y aunque las unidades afectadas, de 2017 y 2018 ya fueron reparadas, parece que persiste. Por tanto se han puesto a trabajar para dar con una solución y reparar las unidades que no hubieran sido revisadas así como las que