Parece que el futuro del sector del automóvil pasa por la electrificación total. Los gobiernos de Europa han apostado por prohibir la venta venta de vehículos térmicos a partir de mediados de la próxima década. Por tanto a las marcas no les queda más remedio que apostar por esta tecnología para sobrevivir. El problema es que en esta carrera no hay un solo camino para llegar a la meta. Sobre todo porque todas las soluciones no son rentables…
Ni viables técnicamente hablando. Así es que los fabricantes están tanteando cuáles son las mejores y, sobre todo, las más baratas. Sí, porque si quieren vender coches y ganar dinero tendrán que ajustarse el cinturón al máximo. De ahí que firmas como Hyundai y Kia estén trabajando en varias soluciones. La pila de hidrógeno es la que más puede ayudarles a alcanzar sus objetivos. Y el Hyundai Nexo es la piedra angular de una estrategia global muy ambiciosa…
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Según parece, el desarrollo del nuevo Hyundai Nexo se habría retrasado por problemas con las celdas de combustible…
Y es que el Hyundai Nexo ha supuesto un punto de inflexión para el sector. Sobre todo porque mostraba al mundo entero que la pila de hidrógeno era viable y, además, proporciona una autonomía considerable. Pero para dar un paso al frente y evolucionar esta tecnología Hyundai y Kia están llevando a cabo importantes investigaciones. Sin embargo, parece que uno de los proveedores con los que estarían trabajando habría tenido una serie de problemas.
Según Automotive News estarían teniendo problemas para perfeccionar la configuración de la celda de combustible. Por tanto, en Hyundai habrían tomado la decisión de retrasar el lanzamiento de la segunda generación del Nexo. En un primer momento estaba previsto para mediados del próximo año 2023. Ahora, tras los problemas que están encontrándose, habrían decidido llevar este