Ante el desafío que supone garantizar la seguridad del suministro de las materias primas, la industria automotriz se está viendo obligada a mirar a una esfera hasta ahora lejana: la minería.
Audi ya le está haciendo ojitos y ha desarrollado junto a la Universidad de Minería y Tecnología de Freiberg nuevas formas de extracción de metales menos invasivas que las que se usan habitualmente, como las voladuras a gran escala y las perforaciones.
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Con tanta demanda de litio para las baterías de coches eléctricos estamos a las puertas de un nuevo problema de contaminación
La lista de materias primas con un gran impacto en la economía, y que tienen un alto riesgo de sufrir incidencias en el suministro la componen el litio, el cobalto, el menos conocido germanio o las tierras raras, indispensables no solo para desarrollar las baterías y los imanes permanentes de los motores de los coches eléctricos.
También se usan ampliamente en la fabricación de fibra óptica, energía fotovoltaica, pantallas, sistemas de navegación o los preciados semiconductores, pero se concentran en pocos países y su suministro es cada vez más complejo.
En este escenario, la Fundación para el Medioambiente de Audi, junto con el Instituto de Ingeniería de Procesos Térmicos de la Universidad de Minería