A caballo entre el coche de combustión y el eléctrico, el híbrido enchufable parece sobre el papel el escalón intermedio ideal en la transición del primero al segundo. No en vano, homologan unos consumos medios que en la inmensa mayoría de casos no superan los 2l/100 km.
Estas cifras milagro son posibles ya que son capaces de rodar cortas distancias utilizando únicamente sus propulsores eléctricos, dejando el motor de combustión para los desplazamientos más largos. Pero un estudio del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) y el Instituto Fraunhofer afirma que en la práctica este tipo de coches consume mucho más de lo que sus fabricantes homologan.
Dicho estudio se ha realizado tras observar el uso real de unos 9.000 automóviles híbridos enchufables en Europa, Suiza y Reino Unido, tanto pertenecientes a particulares como a empresas.
Apenas se aprovecha la mitad de su potencial
La investigación concluye que en la práctica el consumo medio real de un PHEV se sitúa más bien entre los 4 y los 4,4 l/100 km si es un coche particular, yéndose a una horquilla entre 7,6 y 8,4 l/100 km si pertenece a una empresa. En contraste, cuando pasan por el test del WLTP este tipo de vehículos homologa de media entre 1,6 y 1,7 l/100 km.
Si bien las cifras reales de los particulares todavía se pueden comparar con lo que homologan los diésel actuales, en el caso de aquellos que forman parte de flotas sus consumos (y por ende, sus emisiones) se acercan mucho más a los de un gasolina