Peugeot mantiene, por tercera vez consecutiva, la denominación comercial de su modelo compacto, que, anteriormente, se denominaba 309, 306 y 307. Esta nueva entrega, la tercera dentro de la saga 308, gana en tamaño y equipamiento. Además, como en los últimos modelos de la firma francesa, este 308 entra en escena con un diseño más atrevido y futurista.
Misma plataforma, pero evolucionada
La tercera generación del Peugeot 308 está desarrollado y fabricado sobre la plataforma modular EMP2, una base mecánica que comparte con otros modelos del Grupo Stellantis, como el Peugeot 3008, Citroën C5 X y Opel Astra, entre otros. También es la misma que utilizaba la anterior generación del 308, aunque en este caso ligeramente evolucionada. De hecho, a diferencia de éste, el nuevo, ve incrementada su distancia entre ejes en 55 mm y su anchura en 114 mm. Es algo que ya se percibe a simple vista, pues se nota que este 308 es un coche de mayor tamaño. Tanto, que está más próximo a una berlina de segmento D, que a un compacto tradicional de hace unos años.
En cuanto a diseño, siendo este más bien de corte futurista, en el fondo va muy en la línea de su competencia directa en cuanto a formas y tamaño. También mantiene el nuevo estilo de la marca ya introducido en la berlina 508.
Lo que sí es novedad en este coche es el estreno del nuevo logo de la marca, que rompe de manera radical respecto al hasta ahora conocido, para inspirarse en el que la marca utilizó en la década de los 60. Nosotros no lo terminamos de ver con buenos ojos, y desde luego no supone una mejora respecto al anterior, que supo renovarse muy bien desde su estreno en 1975. En cualquier caso, son gustos personales que aquí exponemos. Este