El pasado viernes a última hora, Herbert Diess dejo de ser el CEO del grupo Volkswagen. Le sustituye el actual CEO de Porsche, Oliver Blume. Este, al mismo tiempos, se mantiene como primer ejecutivo de Porsche.
Las agresivas estrategias de Diess para electrificar el grupo, no gustaron en los sindicatos. A eso se añadieron los retrasos en el desarrollo del software de los coches. Todo ello ha llevado a las familias Porsche y Piëch, dueñas del grupo Volkswagen, a prescindir de Diess.
Ahora le toca a Blume seguir transformando el grupo Volkswagen. Y estos son algunos de los retos a los que deberá hacer frente.
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Sus dos principales retos serán la salida a bolsa de la marca Porsche y aportar una solución a los prolongados problemas de la división de software del grupo, Cariad, como recuerdan desdte Automotive News. Porsche es el activo más preciado del Grupo Volkswagen, mientras que los problemas de software del grupo están a la base del retraso de varios modelos, como el Porsche Macan eléctrico.
Asegurar una exitosa salida a bolsa de Porsche. Es el primer desafío que le espera. Esta salida a bolsa podría ser la mayor de la historia de Europa para un fabricantes de coches, pues se espera que permita recaudar entre 60.000 y 80.000 millones de euros.