Volvo ha anunciado que abrirá una tercera fábrica en Europa, lo que la situará en una excelente posición para satisfacer la creciente demanda de vehículos eléctricos por parte de sus clientes y aprovechar el potencial de crecimiento futuro.
La nueva fábrica de tecnología avanzada solo fabricará vehículos eléctricos y no tendrá ningún impacto sobre el clima. Esto refleja la intención de la compañía de convertirse, antes de 2030, en un fabricante de vehículos exclusivamente eléctricos y de no tener, para 2040, ningún impacto sobre el clima. La compañía seguirá ampliando su capacidad de producción global para adaptarse a sus objetivos de crecimiento.
La elección de Eslovaquia como emplazamiento de la nueva fábrica permite a Volvo crear un triángulo europeo de fabricación que cubre su mayor región de ventas, complementando las fábricas de Gante (Bélgica) en Europa occidental y Torslanda (Suecia) en el norte de Europa.
La nueva fábrica supone una inversión de aproximadamente 1200 millones de euros. Estará situada cerca de Kosice, en la parte oriental de Eslovaquia, donde aprovechará una cadena de suministro automotriz sólida, ya que será la quinta fábrica de automóviles del país.
Volvo tiene el propósito de alcanzar unas ventas anuales de 1,2 millones de vehículos a mediados de la década a través de una presencia de fabricación global que abarque Europa, Estados Unidos y Asia.
La nueva planta de producción estará operativa en 2026
Está previsto que las obras de construcción de la fábrica de Kosice comiencen en 2023, y que los equipos y las líneas de producción se instalen a lo largo de 2024. La producción en serie de la próxima generación de vehículos Volvo eléctricos puros está prevista para 2026.
De acuerdo con el objetivo de Volvo de alcanzar la neutralidad climática antes de 2025, la fábrica solo utilizará energía sin efectos sobre el clima. También se diseñará para convertirse