El mundo del restomod sigue aumentando con creaciones cada más espectaculares, sobretodo cuando estas llegan de especialistas en este tipo de trabajos como el británico Paul Stephens, especializado en realizar este tipo de trabajos sobre modelos de Porsche. Ahora ha llegado el momento de presentarnos su última creación, el Autoart 993R, un modelo que llega tras cinco años de trabajo y una premisa concreta por parte del cliente: conseguir un 25% de mejora en cada área.
El modelo utilizado en cuestión para este trabajo es un Porsche 911 de la serie 993 de cuerpo estrecho y refrigerado por aire, en el que se han utilizado piezas heredadas directamente de un 993 RS de competición junto con piezas modernas del Porsche GT. Con más de 20 años de experiencia en este tipo de creaciones el equipo de Paul Stephens ha logrado un vehículo que sin duda sobrepasa las exigencias del cliente, algo que se entiende con solo echar un vistazo a las cifras: el peso se ha reducido de 1.370 kg a 1.220 kg; la potencia pasa de 270 CV a 330 CV o 360 CV según se indique y la relación peso/potencia se sitúa entre el 996 GT3 y el 997 GT3 según la potencia seleccionada.
¿Cómo han conseguido este logro? Para empezar se tomó el motor de 3.600 CC cuyo cubicaje se aumenta hasta los 3.800 CC y el cual incluye, entre otras piezas, pistones del 993 R, cigüeñal del 993 GT3, árbol de levas creado a medida con elevadores de Porsche Motorsport además de balancines ajustables, una bomba de aceite también traída del 997 GT3 y un sistema de escape de alto rendimiento firmado por Cargraphic que también cuenta con modificaciones hechas a medida.
Gracias a estos cambios el Autoart 993R pasa de una potencia original de 272 CV a los 330 CV junto con un par motor que también se ve aumentado hasta los 320 Nm y, como os comentábamos anteriormente, si se desea más potencia es posible llegar de manera opcional hasta los 360 CV. Para poder mantener bajo control toda esta potencia el equipo de Paul Stephens ha hecho un uso de un sistema de frenos con discos de carbono, a lo que hay que sumar un diferencial de deslizamiento limitado Wavetrac ATB y una suspensión ajustable semiactiva Tractive ACE que se combinan con componentes de Porsche Motorsport, la cual trabaja junto con un módulo de control que permite al conductor seleccionar desde la cabina y en movimiento los cinco modos de configuración disponibles.
A todo esto hay que sumar los cambios realizados tanto en el exterior como en el interior, ya que los cambios no solo afectan a la mecánica, sino que la reducción de peso se ha conseguido eliminando elementos como el techo eléctrico, se ha sustituido el capó de acero por una versión en aluminio de Porsche Motosport, quienes también aportan los cristales laterales y traseros, mientras que el equipo de Paul Stephens ha reemplazado los parachoques junto con la tapa motor fabricado con materiales más ligeros entre otros componentes que se han eliminado.
En el interior, como si de un coche de rally se tratara, también se han eliminado numerosos componentes que se han considerado innecesarios como puede ser las manillas de las puertas, la guantera, el cierre centralizado, los elevalunas eléctricos, el sistema de audio, la consola central, las luces de cortesía o los interruptores de fábrica entre otros. También se ha sustituido el sistema de aire acondicionado por uno más liviano y situado en otra posición para favorecer la distribución de pesos, se han instalado asientos Recaro con cubierta en fibra de carbono y se han instalado paneles en las puertas fabricados con componentes más ligeros.