El séptimo mes del año ha cerrado con una caída del 12,5% en las matriculaciones de turismos y todoterrenos, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En esta ocasión, se han matriculado 73.378 unidades, todo ello marcado por un marcado mes condicionado por la incertidumbre económica, derivada del aumento de la inflación y de los precios, y por la escasez de semiconductores que continúan lastrando la llegada de vehículos a los concesionarios.
Hasta el mes de julio, las ventas de turismos y todoterrenos acumulan una caída del 11% respecto al mismo periodo del año anterior, con un total de 481.135 unidades. En cuanto a las emisiones se refiere, las emisiones medias de CO2 se sitúan en 122,4 gramos de CO2 por kilómetro, lo que representa un 2,7% menos que la media de modelos vendidos en julio de 2021.
En el último mes únicamente las ventas a empresas han logrado obtener un resultado positivo, con un crecimiento del 2,7% y 31.035 unidades vendidas. Por su parte, el canal de particulares vuelve a sufrir un retroceso del 12,1% hasta las 31.330 ventas. En cuanto las compras hechas por los alquiladores mantienen la tendencia anual de fuerte caída, hasta acumular 11.013 unidades en el séptimo mes, un 38,9% menos que en el mismo del año anterior. Este canal es el que más sufre la falta de semiconductores.
Julio confirma la tendencia negativa del sector
En julio, las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros vuelven a registrar una fuerte caída, con una reducción del 17,9% y un total de 11.279 unidades. En el acumulado del año, se suma un total de 68.138 unidades, que supone un descenso del 33,1%. En cuanto a los canales, todos mantienen la tendencia a la baja, siendo el canal de alquiladores con una caída del 33,7%, el que sufre el mayor retroceso.
Félix García, director de comunicación y marketing de Anfac, ha explicado que «el mercado de turismos y todoterrenos sigue sin alcanzar cifras positivas. Un mes como julio, que históricamente solía mostrar un buen comportamiento, ha cerrado con una significativa caída. La mala situación económica que ya estaba suponiendo un importante condicionante para la decisión de compra de los usuarios, se ha agravado con la fuerte subida de la inflación y de los precios energéticos, así como la incertidumbre del consumidor ante algunos mensajes contrarios al uso de vehículos privados».
Por su parte, Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, indicaba que «tradicionalmente, julio era uno de los mejores meses del año para el automóvil porque las familias programaban la adquisición de su coche nuevo antes de las vacaciones y las empresas alquiladoras de vehículos reforzaban sus flotas de cara a la campaña de verano. Estas situaciones no se han producido este año, y de ahí la caída no solo en las matriculaciones sino también en los pedidos. De esta manera, el mercado sigue deprimido, más de un 30% por debajo de las cifras de 2019, y con los mismos achaques de los últimos meses, principalmente la falta de stock y sobre todo la incertidumbre que sienten los compradores, que además se tienen que enfrentar a un claro encarecimiento de los vehículos, del 6% de media en lo que va de año, y ahora a una subida del precio del dinero, lo que aleja cada vez más a la familia media española de la posibilidad de adquirir un coche nuevo».