Conducir con sol es algo molesto a la par que peligroso, por eso, la Dirección General de Tráfico recomienda reducir la velocidad y no apartar la vista de la calzada para evitar posibles deslumbramientos. Además, no todas las gafas de sol son adecuadas para conducir. Dependiendo del tipo de lente, las gafas de sol pueden resultar peligrosas.
La Dirección General de Tráfico no prohíbe el uso de ningún tipo de gafa de sol pero sí advierte de las posibles consecuencias negativas de no usar las gafas adecuadas. Tal y como ha informado la DGT, «las gafas que se usan para los entornos de nieve donde el reflejo de la luz es más intenso, tienen unas lentes con filtro solar de nivel 4 que absorben el 92% de los rayos ultravioletas que pueden dificultar la visión y empeorar la visibilidad durante la conducción. Protegen los ojos de la agresividad de los rayos UVA, pero empeoran las capacidades del conductor al no encontrarnos en un contexto con tanto reflejo del sol».
¿Qué gafas de sol son más adecuadas?
Las gafas de sol más recomendadas par conducir con aquellas que poseen los cristales polarizados y con filtro solar de nivel 4. Los colores del cristal deberán ser suaves y de tonalidades grises, marrones e incluso verde para que no interfieran con el entorno e impidan distinguir señales.
Para mejorar la visión al volante y más con el sol del frente es muy importante, además, llevar los cristales del coche limpios y sin machas, ya que el reflejo de la luz podría resaltarlos e impedir que el conductor vea con claridad. En caso de ser deslumbrado por el sol, mantén la trayectoria y disminuye la velocidad. No frenes de forma repentina. Con el sol de frente, es aconsejable parar unos minutos para que el sol cambie de posición y no nos deslumbre. Enciende las luces de cruce de tu coche (si no tiene luces diurnas) para hacerte más visible al tráfico de frente. Utiliza el parasol siempre en momentos puntuales, ya que reduce el campo de visión. No conduzcas con gafas de sol durante la noche, en zonas oscuras o dentro de túneles.