No hace falta un experimento rigurosamente científico para demostrar que las -en ocasiones masivas- pantallas de los coches son más peligrosas que los botones de siempre, pero el futuro de la automoción y el lujo pasan irremediablemente por la digitalización.
Así nos encontramos con el nuevo Mercedes-Benz EQS y un conjunto de pantallas que forman una sola de un metro y medio, que hacen de puente de mando y que suponen que para un simple ajuste lumbar haya que pulsar cinco comandos táctiles. O el caso del nuevo nuevo smart #1 y su regulación de espejos.
Las pantallas, los submenús y las distracciones
El hecho de que sea tan complejo efectuar cambios en el ajuste lumbar de la berlina eléctrica no ha pasado por alto en la valoración de Consumer Reports.
Si bien la opinión general del futurista modelo por parte de la revista estadounidense es muy positivo, recalcan el problema que supone tener que pasar por cinco pantallas en la gran pantalla central para ajustar la configuración del soporte lumbar.
Es de esperar que el fabricante alemán haya ideado esta ruta pensando en que el conductor habitual solo va a tener que realizar la tarea una vez, pero por otro lado es normal que uno tenga que recurrir a pequeños ajustes a diario según las circunstancias.
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