En la Estados Unidos de los años setenta los muscle cars eran los deportivos deseados por todos, los que dominaban las carreteras y los podías encontrar en cualquier ciudad, normalmente utilizados por gente acaudalada aficionada a estos vehículos con motores desproporcionados así como también en competiciones, ya fueran legales o ilegales, porque si querías ganar por aquel entonces necesitabas a uno de estos tantos modelos que salieron al mercado.
Precisamente en el mundo de la competición ilegal, todo sea dicho, había en Detroit un Challenger R/T SE de 1970 temido por todo aquel que osaba participar en carreras por la zona de Woodward Avenue y zonas aledañas. Equipado con el motor HEMI 426 este Challenger de color negro realizaba apariciones al más puro estilo de un metraje de Hollywood: llegaba, ganaba y desaparecía en la noche. Con el tiempo se supo que su piloto era Godfrey Qualls, un oficial de policía de Detroit en ese momento, cuyo coche dio a su hijo en 2015 cuando murió y que éste todavía conserva, además de que fue inscrito en 2020 Registro Nacional de Vehículos Históricos.
El Challenger R/T SE de Qualls se ganó el apodo de Black Ghost, una mezcla de palabras entre su color y la manera que tenía de desaparecer después de ganar las carreras, un vehículo al que ahora Dodge quiere homenajear con una edición limitada a tan solo 300 unidades a través de su serie especial «Last Call«. Esta serie especial llega para homenajear a los todavía brutales motores V8 Hellcat que montan estas bestias modernas, siendo otro integrante de ella el Charger King Daytona del que os hablamos hace escasos días.
El Dodge Challenger Black Ghost es sencillamente espectacular lo mires por donde lo mires, ya que se encuentra basado en el SRT Hellcat Redeye y en el que se monta el Widebody que hace que sus dimensiones sean todavía más anchas. Dodge ha elegido la pintura Pitch Black para su carrocería, en combinación con un vinilo para el techo que imita a la piel de caimán del Black Ghost original. También se han instalado insignias cromadas Challenger y se proporciona un poco de contraste a través de una franja que atraviesa el ancho de su zaga, junto con unas enormes llantas de 20 pulgadas a través de las que se pueden ver las pinzas de seis pistones firmadas por Brembo.
En el interior del Dodge Challenger Black Ghost también se recurre al negro como color principal, el cual se utiliza para el cuero y la piel de Alcántara presente en elementos como los asientos y los paneles de las puertas, mientras que el logotipo SRT presente en el volante pondrá un poco de contraste. El panel de instrumentos recibe además una insignia conmemorativa con un patrón que recuerda a la piel de un caimán, en la que se ve la denominación «Black Ghost» junto con el icónico logotipo Fratzog de Dodge (el cual ahora quieren traer de nuevo para sus futuros modelos eléctricos), junto con inserciones en fibra de carbono.
A nivel mecánico el Dodge Challenger Black Ghost hace uso de la misma motorización del SRT Hellcat Redeye, por lo que bajo su capó encontramos el siempre impresionante V8 Hellcat de 6.200 CC, pero que se ve ligeramente modificado con el uso de un nuevo turbo que le permite aumentar su potencia en 10 CV para llegar hasta los 818 CV.