Ford lleva lidiando meses con la falta de componentes y ya tiene retenidos casi 45.000 vehículos inacabados en el aparcamiento del circuito de carreras Kentucky Speedway (EEUU), que ya son visibles desde el espacio. A la falta de chips y otras piezas que traen de cabeza a la compañía, ahora se suma un nuevo y curioso desafío: la escasez de insignias de la marca.
Sin su característico óvalo azul y las placas que identifican los modelos, cientos de vehículos, incluyendo varias pick-up superventas de Ford como laF-150 y sus hermanas F-250 y F-350 se suman al estropicio y permanecerán en el limbo de Kentucky a la espera de los distintivos, o una alternativa convincente para Ford.
El ‘menor’ de sus problemas
A principios de año el principal problema para las camionetas retenidas era la falta de microchips y otros componentes (unido a los ‘cuellos de botella’ en la cadena de suministros) que lastraban las entregas.
Pero en este caso, el culpable de los nuevos retrasos podría ser un proveedor en particular, envuelto por un asunto muy turbio -literalmente- que implica vertidos contaminantes en el alcantarillado local, y que incluso llegaron al conocido lago Hurón (EEUU) en pleno verano.
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