El SUV eléctrico smart #1 (fruto de la alianza Daimler-Geely) ya está aquí, y con él comienza una nueva etapa de la marca. Lejos quedan ya el concepto del extinto smart ForFour y el pequeño ForTwo frente a esta declaración de intenciones sobre ruedas que viene cargada de tecnología y está dispuesta a plantarle cara a rivales de la talla del CUPRA Born.
Después de haber tenido una primera cita con el coche hace unos meses para hacernos una idea de lo que tenía que ofrecer, ya hemos podido ponerlo a prueba en las carreteras de Portugal en una breve toma de contacto al volante.
Hemos podido rodar con dos versiones: la Premium y la tope de gama BRABUS, un auténtico capricho que irá a la caza de los MINI más picantes. Y si la primera nos ha dejado buen sabor de boca, lo cierto el que la segunda nos ha sorprendido muy gratamente. Eso sí, nunca todo es de color de rosa.
Smart #1: urbanita, pero no en frasco pequeño
«Renovarse o morir», dicen. Y en smart -como en el resto de marcas- toca apostar por la evolución, aunque en este caso sin dejar de lado el espíritu inconformista con el que nació el primer smart allá por 1998.
La diferencia es que ahora lo hace desde el prisma del segmento de moda de los B-SUV, con unas dimensiones muy alejadas a las que nos tenían acostumbrados los entrañables microutilitarios de ciudad.