Guste o no, reconocerlo, el final de una era se acerca. Los coches propulsados por sucios motores de combustión ICE serán reemplazados por otros iguales (o casi) pero que en este caso tendrán por corazones a sistemas eléctricos. Esto, por mucho que digan que no, hará que el sector del automóvil y todos los elementos que hay en torno a él ya no sean iguales. Y la prueba de la decadencia a la que estamos llegando la tenemos en el nuevo y último Alpine A110 R.
No, no es que el Alpine A110 R sea decadente o esté desfasado, sino que representa el final de una época en la casa de Dieppe. Por si no lo sabes, o lo has olvidado, pronto tendrá un relevo eléctrico (o con asistencia) y todas las sensaciones que transmite éste se esfumarán. De hecho, la marca gala lo anunció como la versión más radical y su objetivo parece haberse cumplido. Aunque también es cierto que, ya puestos, podrían haberlo achuchado aún más…
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Al Alpine A110 R pesa 1.082 kilos y mantiene su potencia en los 300 CV del S…
Como puedes ver en las imágenes, la estética del A110 R no cambia en exceso respecto a sus hermanos de gama. Pero sí cuenta con una serie de elementos aerodinámicos y otros creados en fibra de carbono. Todos le ayudan a parar la aguja de la báscula en los 1.082 kilos. Así, destaca el alerón trasero con soporte de tipo “cuello de cisne” que mejora la carga aerodinámica en 29 kilos sobre el tren trasero. En el delantero, mejora la cifra en 14 kilos.
Tampoco podemos obviar el difusor de fibra de carbono y vidrio que, además, es más generoso que en otros A110. Por último estrena, también en carbono, dos aletas laterales que tienen una misión: guiar el