¿Sabías que menos de la mitad de los conductores colocan el asiento del coche y los distintos mandos, como volante o retrovisores, correctamente? Eso es lo que ha revelado un estudio realizado por Mazda durante el desarrollo de su nuevo buque insignia, el Mazda CX-60.
Algo tan simple que influye directamente en el confort y seguridad no puede dejarse al azahar, por eso Mazda ha creado un nuevo sistema de personalización con reconocimiento facial. Ayudará a los conductores a sentirse más cómodos al volante y, sobre todo, a hacerlo con seguridad.
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Al subirnos por primera vez en el nuevo Mazda CX-60 introducimos nuestra altura en el equipo multimedia y, gracias a ese dato y al reconocimiento facial, el sistema calcula la mejor postura para cada persona. Aplica los cambios necesarios tomando como referencias principales la altura señalada y la posición de nuestros ojos, además de otros valores.
Sólo tendremos que introducir nuestra altura la primera vez que preparemos nuestra configuración.
Pero no sólo coloca el asiento en la postura ideal, sino también el volante, los retrovisores y la pantalla del Head Up Display. De este modo, cuando conducimos todo estará en su lugar más ideal, reduciendo la fatiga del conductor y el estrés, lo que se traduce en una conducción más relajada y, por supuesto, segura.
Además, este sistema se aprovecha para otras funciones. Gracias al citado reconocimiento facial, el vehículo sabe quién es el conductor que acaba de ponerse a los mandos, pudiendo guardar más de 250 ajustes y configuraciones, así como seis usuarios distintos. De este modo, modifica otros parámetros en función de las preferencias de cada uno de ellos.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Por ejemplo, también adapta los ajustes del sistema de sonido, la climatización, el volumen de las alertas de seguridad o incluso la iluminación ambiental. Así, si compartimos el vehículo