Cuando hablamos de un coche de cine, su precio puede llegar a ser disparatado. Pero más aún si hablamos del Aston Martin DB5 con el que James Bond nos deleitó con su último baile.
Esta unidad es una de las ocho concebidas para ‘No Time to Die’, donde la montura más mítica de 007 queda maltrecha cuanto menos tras una trepidante persecución por las calles de Matera, en Italia.
Y se ha vendido a golpe de mazo por la friolera de 2,92 millones de libras, que al cambio actual son 3,35 millones de euros, en una reciente subasta benéfica por motivo del 60º aniversario del estreno del primer film de Bond.
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Donada por Aston Martin para esta cita, esta unidad del DB5 viene marcada por las heridas de guerra de la grabación del film: sus dos laterales están lamidos por arañazos.
Aunque no es la que quedó peor parada tras el rodaje. No en vano lo vimos prácticamente convertido en un colador tras su mano a mano a golpe de balazos en aquella secuencia de ‘No Time to Die’.
Eso sí, viene con el pack completo de gadgets: