El Seat Ateca sigue siendo uno de esos SUV que en el mercado español mantiene muy favorable aceptación. Esto es debido principalmente a un concepto de vehículo que agrada a todo el mundo, ya que su diseño sigue unas líneas muy tradicionales y poco agresivas. Por otro lado, el detalle más destacable es su buena relación calidad/precio, por lo que se convierte en una opción muy interesante.
Las dimensiones del Ateca lo posicionan en el segmento C, ya que mide 4,381 mm de largo, 1,841 mm de ancho y 1,611 mm de alto. La unidad que hemos probado montaba el propulsor 2.0 TDI de 150 CV y caja de cambios manual. En cuanto al acabado, se trata del XPerience pero con un nivel de equipamiento opcional bastante elevado.
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Aspecto simple pero atractivo
Si hablamos del diseño exterior del SUV español, este no resalta por un aspecto muy agresivo o con líneas muy marcadas, sino todo lo contrario. Mantiene una vista muy minimalista y tradicional. Eso sí, vemos ciertos detalles estéticos que lo hacen mantenerse actualizado, algo necesario si quiere seguir siendo competitivo.
Comenzando con la parte frontal, el Ateca destaca por unas ópticas full LED que muestran una nueva firma lumínica. Entre ellas podemos observar la parrilla en color negro que queda bordeada por elementos en cromado. Otro detalle que le da una apariencia más campera se encuentra en la zona inferior del parachoques, ahí vemos unas especies de protecciones en un tono plateado.
En la vista lateral llama la atención las llantas opcionales de 19 pulgadas con medida 235 en perfil 40, estas desde luego que no serán muy eficientes. Continuando con esa apariencia SUV, el Ateca muestra unas barras de techo en color plateado a juego con las protecciones inferiores de las puertas. También encontramos unos ligeros pasos de rueda marcados en plástico