La marca más conocida de la República Checa es Skoda, pero al igual que ocurre en España, donde hay pequeñas marcas que trabajan para fabricar superdeportivos de lujo, también hay otras en este país. Una de ellas tiene más de cien años, aunque ha pasado bastante desapercibida por el gran público. Se trata de Praga Cars y tras muchos años sin estar activa, acaba de presentar un superdeportivo que va a impresionar.
Este recibe el nombre de Praga Bohema y quiere ser un homenaje al deportivo que ganó las 1000 millas de Checoslovaquia en 1933. Este biplaza con motor central que tiene un coeficiente aerodinámico muy elevado. Un aspecto futurista que esconde muchas sopresas que lo convierten en un modelo muy interesante no solo para circuito, sino también para disfrutar de la conducción por carretera.
Un chasis ligero y un peso contenido
El chasis está fabricado en fibra de carbono, un material que está muy presente en todo el vehículo, también en la carrocería. Está muy orientado hacia la competición, aunque también puede conducirse por carretera. El interior cuenta con asientos deportivos y el diseño del habitáculo está pensado para ser minimalista.
De hecho, la única pantalla que se puede ver en el mismo está integrada en el volante y el resto del interior cuenta solo con lo básico. El objetivo de todo esto es mantener el peso muy reducido. Así que se consigue que este se cifre en 982 kg, por debajo de los 1.000 kg. Por ese motivo, no hace falta un motor demasiado potente para dar vida a este modelo.
El que se ha utilizado es el motor PL38DETT, un bloque V6 biturbo de 3.8 litros con origen en el Nissan GT-R. Se ha modificado para colocarlo en posición central y que se adapte a las características del modelo checo.
Se ha modificado su altura, el sistema de turboalimentación y el escape. De esta manera, el motor ofrece una potencia de 710 CV y un par máximo de 725 Nm. El motor va unido a una transmisión secuencial Hewland, que acentúa la deportividad del modelo. No hay detalles sobre sus prestanciones, pero se espera que la aceleración de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos. Su velocidad máxima se establecería en unos 300 km/h.
Además, cuenta con una suspensión independiente con amortiguadores ajustables y llantas con bloqueo central, que tienen un tamaño de 18 pulgadas en la parte delantera y 19 pulgadas en la trasera.
La producción de este año se cifrará en 10 unidades, pero la intención es de fabricar 89 vehículos. El ritmo será de 20 unidades cada año y su precio se cifra en 1,23 millones de euros, sin contar con los impuestos.