Desde hace unos años la lluvia se ha convertido en el gran enemigo de la Fórmula 1. Cuando la FIA y Pirelli decidieron cambiar el ancho de los neumáticos traseros allá por 2017 no cayeron en lo que eso iba a significar para las carreras en lluvia: mayor evacuación de agua y menor visibilidad, lo que ha convertido en una misión imposible correr en lluvia.
En 2021 el Gran Premio de Bélgica prácticamente no se puso disputar debido a las inclemencias meteorológicas, y en este 2022 ha habido varias carreras con retrasos y riesgo de suspensión, como las de Mónaco, Singapur y Japón. Para evitar esto, la FIA ya se ha puesto manos a la obra y quiere implementar un artilugio de cara a 2024: los guardabarros.
Las primeras simulaciones de la FIA son positivas
En su última misiva de 2022 la FIA confirmó sus planes: quieren que la lluvia deje de ser un quebradero de cabeza para la Fórmula 1, y el plan para hacerlo es colocar unos guardabarros en los coches. Serán estándar para todos los equipos, se colocarán detrás de las ruedas traseras de los coches y no en todas las carreras con lluvia.
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