Cada final de año se espera el balance del presidente de Suzuki Ibérica, Juan López Frade, uno de los ejecutivos del motor más carismáticos, famoso porque habla claro y no suele equivocarse. Hace un año dijo que el mercado sería de 800.000 coches y lo ha clavado a falta de que diciembre lo confirme. López Frade cuenta las cosas como son y como están, sin paños calientes; y el momento no es bueno.
Todo el que vive el día a día del sector, y de la sociedad en general lo percibe, y como Juan López Frade apuntaba en su ponencia, “no son buenos tiempos y es algo que se veía venir desde el año pasado; la escasez de semiconductores y las limitaciones de la cadena de suministro global ha reducido la producción de nuevos vehículos y no se espera que la situación mejore mucho a corto plazo. Es posible que mejore a lo largo de 2023, pero en principio no se espera”, comentaba Frade. Además, debido a que la oferta es tan baja, los fabricantes están reduciendo los incentivos, promociones y descuentos tradicionales, de modo que ahora los compradores deben invertir más que nunca para adquirir un automóvil nuevo, y la conclusión de esto es que los consumidores se enfrentan a una crisis de asequibilidad de la movilidad, porque no van a poder o van a tener más complicado acceder a vehículos nuevos.
Esta crisis del sector de la movilidad se une a la que vive la sociedad y que nos afecta a todos; el aumento de la inflación y de los costes de la energía, así como el aumento de los tipos de interés perjudica igualmente a los consumidores y potenciales compradores y esto tiene un grave impacto en el sector, en todos los sectores de hecho, como es lógico. El