La sociedad se enfrenta a un importante reto, que ha de superar en muy poco tiempo y que supondrá una gran diferencia en lo que respecta a la sostenibilidad. La movilidad eléctrica ha llegado para quedarse y los usuarios quieren que los vehículos eléctricos cumplan con todos los requisitos que se exigen para mejorar los espacios urbanos. Esos vehículos que deben llegar cuanto antes tienen que ser eficientes, atractivos y sobre todo, funcionales.
El reto de la movilidad eléctrica se suscribe sobre todo a las ciudades. Los ayuntamientos están trabajando para establecer zonas de bajas emisiones en el centro de las ciudades y reducir así las emisiones de gases contaminantes. Poco a poco, los vehículos con motores de combustión se verán relegados a los trayectos interurbanos y pronto, hasta las rutas entre ciudades estarán ocupados por vehículos eléctricos. Los coches urbanos, como los que ofrece smart, también deben adaptarse a esas nuevas condiciones.
Ante este reto, se necesita ofrecer modelos que sean capaces de cumplir con la normativa de Cero Emisiones. Vehículos fiables que tengan una autonomía suficiente para el día a día y que sean tan atractivos como los coches con motor de combustión que conocemos. Una opción bastante efectiva es el nuevo smart#1, el nuevo SUV compacto de la marca.
Un coche eléctrico ha de ser todo lo que es un coche con motor de combustión, pero sin la molesta emisión de gases contaminantes. Moverse por la ciudad sin producir humos que afectan a la salud y sin generar ruidos que enturbien la tranquilidad que se busca en todo momento es un lujo que ya se puede disfrutar.
El espacio interior es también importante, aunque se trate de un coche urbano. La comodidad es fundamental para moverse por la ciudad y más, si se trata de un coche eléctrico que tenga que moverse por carretera. Asientos confortables para que cada trayecto se convierta en un placer y espacio en el maletero para poder transportar la compra, las maletas que nos llevamos de viaje o cualquier cosa que necesitemos transportar.
Si nos fijamos en la seguridad, los vehículos actuales están equipados con varios sistemas de apoyo a la conducción, conocidos como ADAS. Estos ayudan al conductor haciendo que ponerse al volante de un smart sea mucho más seguro. Los sistemas de asistencia a la conducción cuentan con sensores y cámaras que permiten que el conductor y el sistema de control del vehículo sea consciente de todo lo que ocurre a su alrededor.
En el caso del smart#1, hay cuatro niveles de equipamiento. Cada nivel cuenta con un equipo base y se va incrementando a medida que se aumenta el nivel de acabado. Desde los faros con tecnología matrix LED con función adaptativa, la cámara perimetral, control de crucero con función de frenada y asistente de mantenimiento de carril que equipa la versión de entrada hasta la proyección de la instrumentación en el parabrisas.
Esto permite que el conductor tenga toda la información sobre velocidad, carga de la batería y demás datos relevantes a la vista sin necesidad de apartar los ojos de la carretera. Una medida más que práctica para moverse por ciudad, donde el nivel de atención suele ser más exigente.
Pero todo esto no tiene sentido sin una autonomía capaz de permitir moverse durante todo el día y llegar hasta el destino sin miedo a quedarse sin energía. Una autonomía de hasta 440 kilómetros es más que adecuado para el día a día y también para trayectos medios. Y con motores que van de los 272 CV y un par máximo de 343 Nm en los modelos con un único motor. En el caso del smart#1 Brabus se añade un segundo motor en el eje delantero que añade 113 kW a la potencia. En total, este modelo cuenta con una potencia total de 315 kW, que equivalen a 422 CV y un par máximo de 542 Nm.
Con todo esto y una velocidad máxima de 180 km/h, se puede disfrutar de un vehículo eléctrico para la ciudad, pero también para moverse con libertad por las calles, las carreteras y autopistas sin echar en falta un contaminante motor de combustión.