La electrificación del sector del automóvil y las estrictas normativas anti emisiones no impiden que aún haya alguna empresa dispuesta a desarrollar y fabricar un superdeportivo. Una de las últimas en sumarse a esta moda es una marca de la que quizá no hayáis oído hablar nunca. Nos referimos a Praga Global ¿Te suena? Pues aunque no lo creas fue fundada hace ya más de un siglo y en todo este tiempo ha fabricado coches de carrera, karts y aviones.
Por tanto, que hayan decidido desarrollar el Praga Bohema no nos ha sorprendido lo más mínimo. Sus credenciales son básicas pero no por ello menos interesantes: es un superdeportivo de altos vuelos que coquetea sin ningún tipo de rubor con los monoplazas de competición. De hecho, el ex-piloto de Fórmula 1 Romain Grosjean está ayudando a la marca a ponerlo a punto. Pero además, bajo su piel late un corazón que te hará, literal, babear…
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La producción del Praga Bohema se limitará a 89 unidades con un precio inicial estimado en 1,28 millones de euros…
Como hemos indicado antes el Praga Bohema se parece mucho a un monoplaza de competición. Basta con mirar los trazos que componen su frontal o el diseño lateral de su carrocería. A destacar tenemos un gran alerón que aporta un extra de adherencia al tren trasero y le ayuda a ser más aerodinámico. Tampoco podemos dejar a un lado y olvidar la toma de aire que hay sobre el techo. Amén de las llantas de aleación o el chasis de fibra de carbono.
De puertas adentro el Bohema conserva el aire de los monoplazas. Según Praga hay espacio para dos pasajeros de hasta 2 metros de estatura. Respecto al diseño, destaca el volante hexagonal con botones a ambos lados para controlar funciones como intermitentes, bocina y luces. Tampoco falta