Los precios de la gasolina y del diésel han abandonado su tendencia a la baja y hace unos días que han comenzado una tímida subida, que se espera peor de cara a enero de 2023. Al mismo tiempo, la brecha entre el precio del diésel y de la gasolina también parece estabilizarse en torno a los 8 céntimos el litro a favor de la gasolina.
Pese a que no es el único indicador que marca el precio del carburante, a modo de referencia el precio del barril brent hoy se fija establece en 84,4 dólares, con una tendencia al alza desde unos días, lo que explica en parte que la gasolina y el diésel ya no bajen.
A esto se suman los efectos del histórico recorte de dos millones de barriles diarios en la producción de la alianza petrolera OPEP+ (liderada por Arabia Saudí y Rusia) que se produjo el pasado mes de noviembre.
En cuanto al elevado precio del diésel, que desde hace meses está por encima de la gasolina en el Viejo Continente, se debe a la poca capacidad de refino europea combinada con nuestra dependencia del diésel ruso, cuyas importaciones han cesado desde la invasión de Ucrania el pasado mes de febrero. Las exportaciones de diésel chino no consiguen apaciguar la demanda a pesar de alcanzar sus niveles más altos desde mayo de 2021.
También se ha de tener en cuenta que desde principios de diciembre, cuando entró en vigor el tope al precio del petróleo ruso mediante un acuerdo firmado por los 27 países de la Unión Europea, el G7 y Australia, el crudo ruso transportado por mar tiene un precio límite de 60 dólares por barril. Sin embargo, su impacto tiene un alcance limitado para