En la recta final del año el precio de la gasolina y del diésel han abandonado su tendencia a la baja y hoy amanecen con una subida, que aunque se espera peor de cara a enero de 2023, es generalizada. Al mismo tiempo, la brecha entre el precio del diésel y de la gasolina parece estabilizarse en torno a los 8 céntimos el litro a favor de la gasolina.
Pese a que es cierto que no es el único indicador que marca el precio del carburante, el precio del barril brent, que nos sorve a modo de referencia, hoy se fija establece en 83,82 dólares. A esto se suman los efectos del histórico recorte de dos millones de barriles diarios en la producción de la alianza petrolera OPEP+ (liderada por Arabia Saudí y Rusia) que se produjo el pasado mes de noviembre, y siguen coleando.
También se ha de tener en cuenta que desde principios de diciembre, cuando entró en vigor el tope al precio del petróleo ruso mediante un acuerdo firmado por los 27 países de la Unión Europea, el G7 y Australia, el crudo ruso transportado por mar tiene un precio límite de 60 dólares por barril. Sin embargo, su impacto tiene un alcance limitado para el consumidor europeo, pues el petróleo ruso ya tenía un precio cercano al tope antes de aplicarse la medida con el barril de Ural (referencia rusa) que cotizaba en torno a los 58 dólares.
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