En la prueba de hoy estamos con un modelo no demasiado conocido dentro de la gama deportiva AMG de la firma Alemana. Se trata del Mercedes GLB35 AMG, un SUV familiar, con mucha habitabilidad y unido a un carácter deportivo muy digno. Este modelo cuenta con el propulsor de 2.0 litros que encontramos en el CLA35, A35 o GLA35. Ofrece 306 CV, 400 Nm de par y tracción total 4MATIC.
En cuanto al GLB, es un coche con unas dimensiones que lo encajan en el segmento C por sus 4,65 metros de largo, 1,85 de ancho y 1,66 de alto. Su peso si es bastante más imponente, marcando 1.775 Kg sobre la bascula. Pero otro detalle es que en las motorizaciones más vendidas, como la 200D, puede llegar a tener 7 plazas, no es el caso del 35 AMG.
Diseño exterior particular y con mucha presencia de deportividad
El GLB se caracteriza por tener un diseño muy cuadricular, incluso nos puede llegar a recordar a su hermano mayor GLS. Esto puede gustar más o menos pero sin duda alguna ofrece un mejor espacio dentro del habitáculo. Si comenzamos a comentar su aspecto, el GLB35 AMG destaca en la parte frontal la parrilla panamericana en negro brillo típica en los AMG. Por otro lado encontramos los llamativos y cuadriculares grupos ópticos MULTIBEAM LED, unas entradas de aire en las zonas laterales y un pequeño lip delantero en negro brillo.
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Si continuamos hacia la parte lateral, aquí el Mercedes GLB35 AMG demuestra su particular diseño cuadriculado. Podemos observar unas grandes llantas en negro de 21 pulgadas con medida 255 en perfil 35 que quedan cubiertas por unos ligeros pasos de rueda de plástico. También vemos la denominación «TURBO» y «4MATIC» en negro brillo quedando a juego con los marcos de las puertas, retrovisores y unas ligeras