Los neumáticos incluyen en sus flancos mucha más información de la que imaginas. Normalmente conocemos lo que significan las siglas que hacen referencia a las dimensiones del mismo, o al tamaño de la llanta. Cada vez empieza a ser más conocido también el marcaje de la montaña de tres picos con las siglas 3PMSF, que identifican a los neumáticos con certificación invernal, aptos para circular sobre nieve sin necesidad de cadenas. Otras informaciones que podemos obtener «leyendo» el flanco de un neumático son la fecha de fabricación, el índice de carga o el código de velocidad.
Pero hay un marcaje poco conocido, que puede resultar muy interesante: el denominado índice treadwear. Normalmente viene acompañado de otros dos índices adicionales, el de tracción y el de temperatura, y forman parte del código UTQG (Uniform Tire Quality Grading), establecido por la NHTSA, el organismo del que depende la seguridad el tráfico en las carreteras en los EE.UU. (algo así como el equivalente a la DGT en nuestro país) para clasificar los neumáticos.
Por este motivo, algunos neumáticos que se pueden comercializar indistintamente en el mercado americano y el europeo, por ejemplo, ya cuentan con este marcaje de serie, obligatorio en los Estados Unidos; pero no lo encontrarás en todos los neumáticos que se venden en Europa, donde los neumáticos nuevos cuentan con su correspondiente etiqueta del neumático, que proporciona información sobre la eficiencia, las prestaciones de frenada o la sonoridad.
¿Qué es el índice treadwear de un neumático?
El índice treadwear es un indicador que hace referencia a la duración de un neumático. Se trata de un índice relativo, que sirve para proporcionar a los usuarios información sobre la calidad de un neumático, al permitir establecer un índice comparativo a través de una calificación numérica que se obtiene al superar el neumático una prueba específica en condiciones de homologación. Nos indica, por lo tanto, lo resistente que es un neumático en cuanto al desgaste.
Tomando como cifra de referencia estándar el número 100, el índice treadwear nos permitirá comparar un neumático con otro, para evaluar cuál de los dos presenta una mayor resistencia al desgaste. Ojo, porque este índice no equivale ni nos da una idea del kilometraje que puede hacer un neumático, lo cual dependerá de muchos factores: tipo de vehículo, estilo de conducción, carreteras por las que se circula, climatología…
El índice treadwear puede estar comprendido entre 60 y más de 600, y se utiliza el número 100 como referencia estándar o valor medio. Por encima de 100, el neumático tiene una buena resistencia al desgaste, tanto mayor cuanto más alto sea este número. En teoría, un neumático con un índice treadwear de 300 se desgastará tres veces más rápido que uno con un treadwear de 600. Por lo tanto, sería correcto decir que un neumático con un mayor índice treadwear tendrá una vida útil más larga que un neumático del mismo fabricante (esto es importante, porque el treadwear lo asigna el fabricante según los resultados obtenidos en las pruebas) con un treadwear más bajo.
Índices de tracción y de temperatura
Los otros dos índices que suelen acompañar al treadwear en el flanco del neumático son los de tracción y temperatura, siempre que el neumático cuente con este marcaje que establece el código UTQG, y que, recordemos, es obligatorio únicamente para los neumáticos nuevos en los Estados Unidos.
El índice de tracción, indicado como «traction» en el flanco, da una idea del nivel de agarre del neumático a la carretera. Aquí no se utiliza una escala numérica, sino la clasificación AA para los de mejor adherencia, A para una adherencia óptima, B para un nivel de adherencia media y C para clasificar a un neumático que presenta una adherencia aceptable. Este índice podría asimilarse a la clasificación que ofrece la etiqueta europea del neumático en cuanto a frenada en mojado, si bien el índice de tracción, establecido muchos años antes que la etiqueta europea, se determina mediante pruebas de frenada a velocidad constante tanto sobre asfalto como sobre hormigón, con el neumático montado en un eje de remolque, y también sobre mojado.
En cuanto al índice de temperatura, lo que indica NO es la capacidad que tiene un neumático para resistir el calor, sino, por decirlo de alguna forma, su capacidad para evacuarlo. Mientras un neumático rueda, su temperatura se eleva debido al peso, la velocidad, el tipo de asfalto, la temperatura exterior, etc. Pues bien, aislando todas estas variables, el diseño de un neumático y sus compuestos de goma harán que su temperatura suba de forma diferente. Unas pruebas en laboratorio permiten determinar este índice, que nos indicaría la velocidad a la que un neumático comenzaría a deteriorarse por efecto de la temperatura, teniendo en cuenta únicamente su diseño y sus compuestos. En este caso existen tres niveles: A, B y C, según la velocidad máxima antes de deteriorarse. En cierto modo podríamos asimilar este índice al código de velocidad del neumático, necesario para su homologación en Europa.
Tanto el índice treadwear como el de tracción o el de temperatura, que se utilizan para las homologaciones de los neumáticos nuevos en el mercado norteamericano, pueden tomarse en consideración a la hora de comprar o comparar neumáticos nuevos en el mercado europeo, si se incluyen estos índices, aunque en cierto modo algunas de las informaciones que proporcionan pueden ser redundantes con las que podemos obtener de la etiqueta europea.