El año 2023 comienza con el precio de la gasolina y del diésel ligeramente superior a como terminó 2022, aunque se espera que la subida generalizada en los carburantes sea peor a media que vaya avanzando el mes. Al mismo tiempo, la brecha entre el precio del diésel y de la gasolina no llega hoy a los 8 céntimos el litro a favor de la gasolina.
Por su parte, y aunque el precio del barril brent no es el único indicador que condiciona el precio del carburante, nos sirve a modo de referencia, y hoy se fija en 85,99 dólares, abandonando la tendencia a la baja con la que terminó el mes de diciembre.
Desde principios del mes pasado, cuando entró en vigor el tope al precio del petróleo ruso mediante un acuerdo firmado por los 27 países de la Unión Europea, el G7 y Australia, el crudo ruso transportado por mar tiene un precio límite de 60 dólares por barril. Y aunque desde entonces hemos visto cómo esta referencia cambia ligeramente, en último término el impacto de esta decisión tiene un alcance limitado para el consumidor europeo, pues el petróleo ruso ya tenía un precio cercano al tope antes de aplicarse la medida con el barril de Ural (referencia rusa) que cotizaba en torno a los 58 dólares.
Como respuesta a esta medida, y con el objetivo de impulsar los precios, el pasado martes 27 de diciembre, Vladimir Putin firmó un decreto que prohíbe el suministro de crudo y productos petrolíferos derivados del mismo a las naciones que sigan esta medida a partir del 1 de febrero de 2023 y durante cinco meses. Eso es algo que en Europa no debería afectar en cuanto a suministro, aunque