Reducir el tamaño de las baterías de los vehículos eléctricos y, en general, reducir los niveles de propiedad y uso de automóviles podría tener un impacto ambiental significativo, según un nuevo estudio. Dicho informe, encargado por Climate and Community Project, ha descubierto que limitar el tamaño de las baterías de los vehículos eléctricos podría reducir la demanda de litio en un 42%.
También descubrió que, si se redujera la propiedad y el uso de automóviles, la demanda de litio podría reducirse entre un 18 % y un 66 %. Reducir la demanda de litio limitaría la contaminación de la minería y proporcionaría beneficios tanto políticos como económicos. El litio se ha convertido en parte de un debate de seguridad energética.
Los paquetes de baterías más pequeños también podrían ayudar a estabilizar los precios de los vehículos eléctricos. Después de varios años de caídas de precios, el coste por kwh de las baterías ahora está obstaculizando la bajada de precios de los vehículos eléctricos debido a un aumento en el precio de las materias primas.
Así afecta el litio a los coches eléctricos
La autonomía sigue creando ansiedad en los futuros conductores de coches eléctricos y lo cierto es que la infraestructura de carga día a día está mejorando, por lo que no necesariamente, los coches necesitan paquetes más grandes. Conseguir que los conductores acepten esta premisa puede ser muy difícil, aunque la idea de minimizar los paquetes de baterías tiene más cambios en las flotas.
Puede ser más exagerado, pero otro estudio sugiere que las baterías más grandes podrían conducir a un gran aumento en las emisiones de partículas, debido a que su peso adicional provoca un mayor desgaste de los neumáticos. De todos modos, el peso adicional nunca ha sido bueno para los automóviles ya que este aumenta el consumo y la resistencia aerodinámica, entre otros.
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