Las ventas de turismos y todoterrenos no han sido precisamente buenas en el ya finalizado año 2022. Según los datos de ANFAC, durante el pasado 2022 se matricularon un total de 813.396 unidades, que suponen un descenso del 5,4 % si comparamos con el periodo anterior. De hecho, y aunque resulte sorprendente, es una cifra inferior a la del 2020; año claramente marcado por la pandemia del Covid-19.
En palabras de ANFAC, “2022 ha sido un año complicado para las ventas de automóviles marcado por factores como la guerra en Ucrania, el aumento de los costes energéticos y de carburantes o el incremento de la inflación y los tipos de interés que han condicionado la decisión de compra de los usuarios”. A ello habría que sumar la todavía persistente crisis de los microchips.
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Aunque es triste decirlo, y esperamos equivocarnos, 2023 no se presenta mucho mejor. La inflación es altísima, mientras que los elevados precios de los vehículos no parece que vayan a reducirse. Todos estos motivos nos hacen ser pesimistas con el futuro para los próximos meses y pensar en que 2023 no será mucho mejor que el ya cerrado 2022.
Como citábamos en periodos anteriores, las marcas y los gobiernos nos invitan a comprar vehículos eléctricos e híbridos enchufables, por aquello de reducir la contaminación en las grandes ciudades, pero el precio de estos productos es considerablemente más alto que el de los vehículos con mecánicas tradicionales. Por no hablar de que no se adaptan ni mucho menos a la gran mayoría de usuarios por necesidades, economía y tipos de domicilios.
Matriculaciones por canales
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En cuanto a los números de matriculaciones por canales, el de alquiler de vehículos es el que más ha descendido de todos. Según los datos, la caída para este segmento ha sido de un