La Fórmula 1 es un acuario lleno de tiburones en el que los negocios, triunfales y fracasados, prosperan con total naturalidad. Pero hay uno en concreto que hay quedado grabado a fuego como paradigma del éxito: aquel equipo que fue comprado por un euro y vendido por casi 100 millones solo un año después. Brawn GP.
A finales de 2008, los continuos fracasos en la Fórmula 1 y la crisis económica empujaron a Honda a deshacerse de lo que parecía un equipo desastroso. Pero dentro había alguien que veía una rosa florecer entre las malas hierba. Se llamaba Ross Brawn, y fraguó una de las historias más épicas de la Fórmula 1.
Brawn GP solo existió durante un año y ganó los dos mundiales
El hito de Brawn GP comienza mucho antes de 2009. Para esa temporada la Fórmula 1 tenía preparada una revolución en el reglamento técnico que cambiase por completo la aerodinámica de los coches y repartiese de nuevo las cartas a toda la parrilla. Técnicamente, era posible pasar de ser uno de los peores equipos a ganar.
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