Tesla es una de las marcas que más ha crecido en los últimos años. De fabricar unas pocas unidades del Tesla Roadster en 2008 ha pasado a cerrar el año 2022 con un volumen de ventas de 1,31 millones de unidades en todo el mundo.
Eso ha obligado a la marca americana a multiplicar su capacidad de producción constantemente con la creación y ampliación de sus fábricas. Pero un crecimiento tan rápido conlleva ciertos problemas; en el caso de Tesla, uno de ellos es la calidad de sus coches.
El fallo no es el único problema
Que haya fallos es lo normal en cualquier coche cuando un fabricante lanza un modelo nuevo o se pone en marcha una nueva cadena de montaje, solo hay que ver la cantidad de llamadas a revisión de todas las marcas que tienen lugar cada año. Pero cuando Tesla es la protagonista, la dimensión de todo se multiplica, aunque también es cierto que algunos de estos fallos son imperdonables.
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Es el caso del volante ‘yoke’ de Tesla que se pela a los pocos kilómetros, que se ha convertido en uno de los motivos de la