Allá por 2011, Skoda logró por primera vez en su historia la consecución del Guinness World Record a la velocidad más alta conseguida con un coche de producción de inducción forzada de 2.0 litros de cubicaje, alcanzando una velocidad de 227,080 mph en las legendarias Salinas de Bonneville, Estados Unidos, a los mandos de un Octavia RS pilotado por el periodista especializado Richard Meaden.
Ahora, la firma checa vuelve de nuevo al libro Guiness de los récords, con nada menos que dos récords para sus espaldas, ambos conseguidos con el Skoda Enyaq Coupé iV, el segundo modelo totalmente eléctrico de la marca.
Los récords conseguidos con el Enyaq Coupé iV por Skoda, se tratan en primer lugar del derrape continuado más largo con un vehículo sobre hielo y en segundo lugar, del derrape continuo más largo sobre hielo con un vehículo eléctrico, recorriendo nada menos que 7,351 kilómetros de derrape continuado a lo largo de un circuito ovalado sobre el lago helado de Stortjärnen, en Suecia.
Récord conseguido al cuarto día
Para conseguir dicho récord, se dedicaron 18 horas a derrapar durante cinco días a temperaturas bajo cero y se recorrieron nada menos que 39 vueltas al circuito para aguantar el derrape de más de siete kilómetros, 15 minutos y 58 segundos. En este largo derrape continuo, el Enyaq RS consiguió alcanzar una velocidad punta de 48,69 km/h y una velocidad de 31,64 km/h en su punto más lento.
El Enyaq RS iV pilotado nuevamente por el periodista del motor Richard Meaden, montaba unas llantas de aleación de 20 pulgadas calzadas con unos neumáticos Michelin en dimensiones 245/35-R20 en el eje delantero y unos neumáticos traseros en dimensiones 255/45-R20. Además, los neumáticos delanteros contaban con 600 tacos de 5 mm para mejorar la tracción y la dirección sobre el hielo y los traseros, contaban con 300 tacos de 2 milímetros para ofrecer el agarre óptimo sobre la superficie helada de 40 centímetros de espesor.