Gordon Murray Automotive (GMA) ha estado poniendo a prueba el T.50 en Suecia para ver cómo el superdeportivo con motor V12 se defiende en la nieve. Aparentemente parece muy divertido y es que Gareth Howell, jefe de pruebas, ha asegurado que éstas son fundamentales para perfeccionar el T.50.
Es poco probable que los futuros propietarios decidan circular por carreteras heladas y cubiertas de nieve, pero, como explica Howell, el fabricante de automóviles debe asegurarse de que los clientes puedan «elegir llevar su T.50 al extremo». También es una excelente manera de evaluar los diversos sistemas de seguridad del T.50. Con temperaturas que alcanzan los -25 grados centígrados, uno pensaría que un superdeportivo frágil se asustaría por las inclemencias del tiempo. Según Howell, el T.50 no perdió el ritmo.
Así son las pruebas del GMA T.50
Trabajando en estrecha colaboración con Continental, el equipo pudo ajustar el sistema de control electrónico de estabilidad. «Hemos trabajado en algunos modos realmente buenos en el automóvil, el modo ESP completo y un modo deportivo reducido que aún te brinda una red de seguridad pero te permite jugar un poco más con el automóvil».
El jefe de pruebas de GMA explica que el equipo también sacó el T.50 a la nieve para ver cómo funciona sin ESP. Como era de esperar de una obra maestra de ingeniería creada por una de las grandes mentes automotrices de nuestro tiempo, el superdeportivo es fácil de controlar.
«Estábamos haciendo viajes largos y teníamos mucha confianza en él. No tuvimos averías, incluso en esas condiciones, lo cual es fantástico. Esa fue nuestra primera vez en esas condiciones». El modelo está equipado con un bloque V12 de 3,9 litros atmosférico que produce 690 CV de potencia, lo que le permite alcanzar los 100 km/hora en menos de tres segundos. Hay quien dice que este motor es una obra de arte y produce un sonido tan hechizante que podría hacer llorar a cualquier aficionado al motor.