En una entrevista concedida la revista británica Top Gear, Martijn ten Brink, quien es presidente y consejero delegado de Mazda en Europa, se ha mostrado muy crítico con las políticas de la Unión Europea en materia de restricción de emisiones de gases, las cuales afectan especialmente al sector automovilístico. Este hombre, pocos días atrás, indicaba en otro medio de comunicación que veía muy difícil la construcción de una fábrica para su marca en el Viejo Continente a pesar de su acuerdo industrial con Toyota. Además, también ha dicho que el modelo deportivo MX-5 nunca dejará de fabricarse.
Martijn ten Brink es el máximo representante en occidente de una firma de coches tan tradicional como Mazda. Su opinión sobre la actualidad del automóvil es que Europa se está entrometiendo demasiado en los negocios de las compañías de su sector, pues la UE dictaminó hace poco cómo deberán ser los coches que se vendan a partir de 2035: 100% eléctricos. Según explica el CEO, los políticos de esta región del planeta impiden que el mundo del motor sea el que marque el ritmo de las innovaciones y coartan los avances que, de verdad, necesitan los consumidores.
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La empresa de origen japonés ha invertido mucho dinero en el desarrollo de propulsores de combustión interna con unos niveles de eficiencia y de “limpieza” muy elevados. También lo han hecho marcas como Mercedes o Renault pero, a diferencia de Mazda, no se han mostrado nada escépticas con las medidas impuestas. Aunque, para ser justos, cabe decir que estas últimas tienen grandes intereses en los fondos públicos de la Unión, pues cuentan con varias plantas de fabricación en Europa, algo que los nipones ven sumamente complicado si las cosas continúan así de sesgadas.
Según ten Brink, Mazda está preparada para cualquier escenario o tipo de legislación, por lo que