Ya sabemos que las infraestructuras de carga para vehículos eléctricos es una de las asignaturas pendientes para muchos países. España está a la cola de los países europeos en este aspecto y tiene que avanzar mucho para mejorar en esto. Y más, ahora que desde el Parlamento Europeo quieren que haya un cargador para coches eléctricos cada 60 kilómetros de manera obligatoria.
Estos cargadores deberán estar disponibles en la conocida como Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), ubicados cada 60 kilómetros para facilitar la carga de los coches eléctricos que circulen por ella. Y no solo se refieren a la distancia que han de presentar entre los puntos de carga, sino también las características técnicas mínimas que han de tener para ofrece el servicio óptimo.
Cada estación de carga ha de contar con una potencia mínima de 400 kW, aunque a partir del año 2028 este mínimo subirá hasta los 600 kW. Pero la norma aprobada por el Consejo Europeo, que todavía es provisional y aún se debe trabajar sobre la misma, establece que también ha de existir una red para cargar las baterías de camiones y autobuses eléctricos.
En este caso, la distancia máxima entre ellos es de 120 kilómetros. Y la potencia para estos cargadores se incrementa hasta los 1.400 kW como mínimo y de 2.800 kW como máximo. La potencia varía según la importancia de la carretera donde se ubique el cargador. A partir del año 2028 estos puntos de carga deben complementarse con estaciones de carga en estacionamientos seguros y vigilados.
Otro de los puntos que contempla esta norma es la construcción de puntos de carga de hidrógeno cada 200 kilómetros, también en la TEN-T. En estos casos, se establecerán también unas exenciones de obligación que incluirán a carreteras con poco tráfico, zonas ultraperiféricas o las islas.
El Consejo de Ministros ha aprobado una inversión de 525 millones de euros para facilitar la instalación de puntos de carga en España y llegar a 100 000 en 2023
Y por último, se ha tratado uno de los grandes problemas con que se encuentran los usuarios de vehículos eléctricos: la forma de pago de las recargas. Y es que en la actualidad cada proveedor del servicio cuenta con una app que ha de descargarse y utilizar para realizar el pago. Esto hace que sea necesario contar con varias de ellas para poder cargar la batería.
Se está trabajando para que los operadores de las estaciones de carga establezcan un sistema de pago a través de la tarjeta de crédito o débito, dispositivos sin contacto o enlaces de pago a través de un código QR. Además, el pago ha de realizarse por kWh o por minuto de servicio en el caso de la carga de baterías y por kilogramo de hidrógeno.
Este acuerdo todavía es provisional y debe de ser aprobado por el Comité de Representantes Permanentes del Consejo y la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento y después por el Parlamento y el Consejo de forma conjunta.