Desde hace unos años en la Fórmula 1 hay una premisa bastante bien establecida: un equipo cliente no puede ganarle a su suministrador de motores. Hay que remontarse una década atrás, a la época de Red Bull con Renault, para encontrar la última vez que sucedió. Pero este Gran Premio de Baréin ha traído una gran sorpresa: Aston Martin.
El equipo de Fernando Alonso promete ser la gran revelación de la temporada. El piloto asturiano se subió al podio y demostró más velocidad que los Mercedes tanto en clasificación como en carrera, algo que no ha agradado demasiado en Brackley. Tanto que ya se están planteando cambiar el espíritu del W14.
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Aston Martin utiliza los motores de Mercedes y en la Fórmula 1 la premisa es muy clara: si un cliente es más rápido que tú con tus propios motores, algo estás haciendo mal. El revolcón que Aston Martin le dio a Mercedes en Baréin evidencia que los de la estrella no están maximizando su rendimiento.
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«El año pasado nos equivocamos y pensamos que podíamos solucionar todo al seguir con el concepto de este coche, pero estamos fallando», señalaba Toto