Conocer la velocidad a la que se circula en cada momento es muy importante. Sobre todo, para tener en cuenta los límites de velocidad en cada momento y evitar sobrepasarlos. Pero ¿es del todo fiable el velocímetro de tu coche? Pues, aunque te parezca sorprendente, este no marca exactamente la velocidad exacta a la que circulas. Pero tranquilo, normalmente, marca algo más de la velocidad que llevas en realidad, asi que no tendrás que preocuparte por ir algo más rápido de lo permitido.
En realidad, los velocímetros normalmente registran una velocidad ligeramente superior a la que se circula en realidad. Legalmente, pueden marcar hasta un 10% + 4 kilómetros/hora por debajo de la velocidad real. Esto quiere decir que en el caso de circular por una vía en la se puede circular a 120 km/h y se circula con velocímetro marcando esa velocidad, se está circulando a una velocidad entre 108 y 120 km/h.
Si se está circulando a una velocidad de 70 km/h en el velocímetro, la velocidad real está comprendida entre los 60 y los 70 km/h y si se circula a 100 km/h, la velocidad real estará enmarcada en la horquilla de los 86 a los 100 km/h.
No hay manera de saber cuál es la velocidad real con el velocímetro, aunque si marca los 120 km/h, podemos estar seguros de que la velocidad real es inferior a esa cifra. Una manera de ir más seguros y saber que nos ahorraremos de una multa aunque en algún momento podamos superar ligeramente esos 120 km/h.
La Generalitat catalana ha solicitado la reducción de la velocidad máxima en varios tramos de la AP7 a su paso por varias zonas de Cataluña, a principios de año
La velocidad se mide a través de un sensor que está ubicado en la caja de cambios, que se encarga de medir la rotación de la rueda y del eje de transmisión. Así que esta medición puede tener alguna derivación, que puede alcanzar unos 2 km/h según la presión de los neumáticos o la carga del vehículo.
¿Cómo conocer la velocidad real del coche?
El velocímetro no es totalmente exacto, como ya hemos visto. Pero hay maneras de saber cuál es la velocidad real del coche. Uno de esos modos es utilizar un GPS. Estos dispositivos, que pueden ser externos o los que están integrados en el coche, marcan la velocidad real o, al menos, una velocidad mucho más cercana a la realidad que el velocímetro. Con este sistema, podrás ver la diferencia que hay entre la velocidad que marca el GPS y el que se muestra en el tablero de instrumentación.