Renault lleva tiempo tratando, sin demasiado éxito, de triunfar en el segmento de los SUV compactos. Y es que el Kadjar no fue precisamente un modelo de alta demanda, habiendo pasado muy desapercibido. El nuevo Renault Austral pretende cambiar por completo esta situación y, para ver si tiene armas suficientes, lo hemos probado durante esta última semana.
Además, aunque la marca es francesa, este coche es de gran importancia para nuestro país. ¿Por qué? Pues porque se fabrica en territorio nacional, concretamente en la Factoría de Palencia. Así que un motivo más para desearle mucho éxito a este nuevo Austral. Claro, que medirse con rivales de la talla de los Sportage, Qashqai, Tucson, Ateca o 3008 no es fácil.
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Antes de comenzar a profundizar, creo que es importante citar algunos detalles claves. El primero es que todas las versiones de este Renault Austral están electrificadas, pero no son enchufables. En segundo lugar, no hay variantes diésel y, pese a su estética SUV, no hay versiones 4×4. Y tercero, su precio de partida es de 29.973 euros según el configurador de Renault.
El diseño del Renault Austral
Como decía, el Austral viene a sustituir al Kadjar, que no funcionó demasiado bien. Tenemos un diseño totalmente nuevo y, bajo mi punto de vista, muy chulo. Ya veis que toma muchos rasgos del Megane E-Tech eléctrico, pero además, como es un SUV, no faltan las habituales protecciones inferiores y pasos de rueda marcados para dar ese aspecto de campero.
Mide 4,51 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,62 metros de alto. La batalla es de 2,67 metros.
En este caso probamos el Austral con acabado Iconic Esprit Alpine, el tope de gama. Incluye una estética más agresiva, insignias de Alpine en numerosos lugares exteriores e interiores, unas exageradas llantas de nada menos que 20 pulgadas y muchos