El fabricante bávaro ya tiene casi lista la versión eléctrica de la nueva Serie 5 y, según explica la propia compañía, actualmente sus ingenieros están trabajando en afinar la configuración de la suspensión y de los sistemas de asistencia a la conducción. Llegados a este punto, en BMW aseguran que la esperada presentación oficial del nuevo i5 tendrá lugar dentro de tan solo unas pocas semanas.
BMW ha dado a conocer, por otro lado, que serán dos las versiones disponibles de su nueva berlina eléctrica. El BMW i5 eDrive40 será la versión de entrada a la gama, mientras que aquellos que busquen un comportamiento más deportivo y radical podrán optar por la versión M60 xDrive. También sabemos que esta última integrará de serie chasis adaptativo con amortiguadores controlados electrónicamente, mientras que en la versión eDrive 40 se ofrecerá como equipamiento opcional.
En relación al funcionamiento del chasis y la suspensión, BMW explica que el sistema que han desarrollado no calcula las fuerzas de amortiguación necesarias mediante modelos matemáticos como podría esperarse, sino que realiza estos cálculos basándose en datos recogidos sobre las condiciones reales de la carretera para, de este modo, lograr una respuestas de la suspensión mucho más precisa y adaptada a la conducción.
Nada puede quedar al azar
Los ingenieros de la firma bávara están llevando a cabo múltiples tareas durante las últimas semanas en el Centro de Pruebas del Grupo BMW situado en Miramas, en el sur de Francia. Además de dar los últimos ajustes a la suspensión y a los sistemas de asistencia a la conducción, como ya hemos comentado, también han estado trabajando en mejorar el funcionamiento del sistema de acondicionamiento de la temperatura de la batería, para lograr ofrecer así una mayor eficiencia y rendimiento.
Conviene también destacar que el BMW i5 dispondrá de una nueva tecnología de asistencia a la conducción. En Alemania, la nueva berlina eléctrica de la firma bávara estará disponible opcionalmente con el sistema Driving Assistant Professional capaz de mantener el vehículo en su carril y controlar la distancia respecto al vehículo que circula por delante mientras se circula por autopista a una velocidad máxima de 130 km/h.
Este sistema integra una cámara que comprueba en todo momento si el conductor está prestando atención a la carretera, reduciendo la velocidad automáticamente si comprueba que está distraído mirando, por ejemplo, la pantalla del sistema de infoentretenimiento del vehículo o incluso su propio smartphone. Adicionalmente, el sistema permite también confirmar el cambio de carril cuando el conductor comprueba por el espejo retrovisor si existe tráfico por ese carril.
Si todo va según lo previsto, el BMW i5 debería llegar al mercado europeo en octubre de este mismo año, iniciándose su producción este próximo verano en la planta de BMW en Dingolfing.
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