La primavera ya está aquí, y con ella, la alergia al polen que sufren muchos conductores. Sus síntomas son tan peligrosos como incómodos al volante, sobre todo en viajes largos. Y, más allá de seguir ciertas recomendaciones que da la DGT, se pueden atar en corto recurriendo a los antihistamínicos.
No obstante, estos medicamentos tan populares son un arma de doble filo: los hay que, por los efectos secundarios que provocan, no son compatibles con la conducción. Aunque, en general, han mejorado mucho. Repasamos cuáles son los más indicados o no para ponerse al volante.
En Motorpasión
La DGT alerta de los riesgos de conducir con resaca: tan peligrosa como la fatiga y más posibilidades de cometer infracciones
¿Qué antihistamínicos son peligrosos, o no, en la conducción?
La gran mayoría de antihistamínicos ya no se sirven sin receta. Esto ha permitido que se reduzca mucho su automedicación, señalada como peligrosa por la DGT por precisamente los efectos secundarios que pueden ocasionar si, por ejemplo, se excede la dosis recomendada.
Por lo general, siempre se ha señalado que pueden ser contraproducentes para conducir pues pueden producir somnolencia, así como disminución del estado de alerta o menor tiempo de reacción ante un imprevisto. Efectos que pueden ser fatales durante la conducción. No