No paramos de escuchar de que el coche eléctrico es el futuro. Ni los Gases Licuados del Petróleo (GLP), ni el Gas Natural Comprimido (GNP), ni los combustibles alternativos, ni biológicos ni sinténticos. El coche eléctrico es el verdadero sustituto a los combustibles contaminantes. Pero hay un problema para ello. Varios, de hecho, pero la falta de infraestructuras de carga es la principal causa de que la movilidad eléctrica no tenga la presencia que necesita para asentarse del todo.
En este asunto, nos encontramos con algo que nos hace ver que el problema no solo es que no hayan puntos de carga, sino que la instalación de estos se encuentran con muchos obstáculos. Uno de esos obstáculos y problemas tiene mucho que ver con la autorización de las instituciones para conseguir que se hagan realidad.
La asociación AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica) ha publicado un informe en el que se advierte de que hay alrededor de 7.400 puntos de carga que a finales de 2022 estaban a la espera de la autorización de las instituciones para ser llevadas a cabo.
En España, a esa fecha, había 21.573 puntos de carga. Esto quiere decir que los puntos de carga pendientes de autorización representan un 34,3% de esa cantidad. Con el visto bueno a esos puntos de carga, se alcanzarían los 28.973 puntos de carga, así que se adelantaría mucho en el servicio a los usuarios de coches eléctricos.
En el año 2022, España estaba en el puesto número 19 en lo que respecta a la existencia de puntos de carga. El número de cargadores por cada 100 kilómetros es de 1,6 cargadores. Para comparar, en Países Bajos se cuentan 64,1 puntos de carga cada 100 kilómetros, Portugal presenta 24,9 puntos de carga cada 100 kilómetros e Italia suma 9,2 puntos de carga cada 100 kilómetros.
El número de estaciones de carga instalados en España durante 2022 ha sido de 8.200, una cifra que no está mal, pero que se habría podido duplicar si se hubiera agilizado la autorización de las que han quedado pendientes. Otro problema con la carga es que de los algo más de 21.000 que existen en España, solo 4.200 de ellos superan los 50 kW de potencia de carga. Esto quiere decir que la mayoría ofrecen un tiempo de carga bastante elevado y que no permite ofrecer confianza a los usuarios.
Eso sí, España se ha convertido en uno de los países con mayor producción de estaciones de carga. En 2022 se fabricaron 360.000 cargadores, la mayoría de ellos, 315.000, se han dedicado a la exportación. Aún así, falta mucho trabajo que hacer para conseguir que las infraestructuras dedicadas a los vehículos eléctricos sean suficientes y de calidad.