Guste o no, a sus rivales, el Jeep Wrangler es el rey de los todo terreno. Prácticamente desde que nació su imagen de «escala paredes» le ha acompañado y el paso del tiempo no le ha hecho perderla. Es más, cuando el Grupo FCA decidió dar una vuelta de tuerca a la saga con la introducción de la electrificación muchos pensaron e intuyeron que el mito iba a morir. Pero nada más lejos de la realidad y la prueba está, por ejemplo en el Rubicon 392.
Sin embargo, la llegada de nuevos contrincantes, como el Ford Bronco, ha obligado a Stellantis a ponerlo al día. No es que el Wrangler se haya quedado atrás, ni mucho menos, pero el lanzamiento del TT del Blue Oval en Europa y otros mercados requiere de medidas drásticas. Así es que aprovechando el desarrollo del New York Auto Show los responsables de la marca presentan un sutil restyling que mejora todo su ser. ¿Quieres saber en qué cambia…?
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Las novedades del nuevo Jeep Wrangler se centran en la estética, la tecnología y la dotación…
Lo primero que llama la atención en el renovado Jeep Wrangler es su frontal. Las siete ranuras verticales de la parrilla son un poco más pequeñas y ahora sus bordes van en negro excepto en el nivel Sahara. Ahora hay sitio para acomodar un cabrestante Warn de 3,6 toneladas muy útil en escapadas off road. En cuanto a personalización se pueden pedir los paragolpes en color de la carrocería, sólo el 4xe, o llantas de aleación de entre 17 y 20 pulgadas.
De puertas adentro el renovado Wrangler estrena el nuevo sistema de infoentretenimiento UConnect 5 con pantalla de 12,3 pulgadas. Como dato curioso, y sólo para EEUU, el navegador muestra muchos caminos por los que los clientes podría realizar rutas off road. Además, las