Los coches eléctricos tienen un problema que se suele esgrimir como un argumento para demostrar que no son prácticos. Su autonomía no es la misma que la que ofrece un coche de combustión. Así que esto es algo que pesa a la hora de elegir un coche eléctrico frente a uno de combustión. Pero ahora se está trabajando para mejorar las infraestructuras de carga, y no solo nos referimos a puntos de carga estáticos.
Varias empresas están trabajando para crear una carretera que esté equipada con un sistema de carga dinámico, en el que se pueda cargar el coche sin necesidad de que pare. Un sistema de carga por inducción que carga la batería mientras el coche circula por ella. La última empresa que ha anunciado los resultados de una prueba de estas características ha sido la israelí Electreon.
Electreon y Toyota, colaborando en este experimento
La prueba se ha realizado utilizando un Toyota RAV 4 híbrido. Este ha recorrido 1.942,6 metros sin detenerse, excepto en el momento en que tenían que ser sustituido el conductor. En total, han sido 55 los que se han puesto al volante del vehículo durante las 100 horas que ha durado la prueba.
El circuito donde se ha realizado esta constaba de dos rectas paralelas y dos curvas que las unían en cada extemo, formando un óvalo. El sistema de carga se ubica en las dos rectas, mientras que en las curvas el coche circulaba con la energía de la batería, siempre en modo eléctrico.
El Toyota RAV 4 híbrido está equipado con una batería de 18 kWh, que es la que ha alimentado al motor eléctrico durante el tiempo que ha estado recorriendo el circuito. El coche ha estado circulando a baja velocidad y ha registrado un consumo de 12,44 kWh cada 100 kilómetros. Es decir que con cada kWh se han recorrido 7,96 kilómetros.
Se han transferido en total 241,69 kWh, lo que ha permitido que la batería se haya podido cargar de manera inalámbrica. Con este sistema, incluso los coches híbridos enchufables, con una autonomía más limitada que los coches eléctricos, podrán recorrer grandes distancias sin problemas.
Esta propuesta acredita el interés de Toyota para que se consiguan distintos tipos de movilidad sostenible además de los eléctricos puros. Este tipo de carreteras podría solucionar la carga de los vehículos y ayudar a las baterías a mantener la carga durante muchos kilómetros.