Los motores de los coches de combustión interna actuales son capaces de funcionar por sí mismos una vez están en marcha. Sin embargo, para poder arrancar y comenzar a funcionar, estos motores necesitan una pequeña ayuda, es en este punto donde el motor de arranque lleva a cabo su función. Debido a la importancia de esta pieza, es importante conocer algunos detalles sobre sus posibles averías y aspectos a tener en cuenta para su sustitución.
Foto del motor de arranque tomada del sitio web autodoc.es
Como ya hemos mencionado, el motor del coche no puede comenzar a funcionar sin la ayuda del motor de arranque, por lo que si este deja de funcionar completamente, el coche no podrá arrancar, elevando los costes de la reparación e impidiendo su funcionamiento de inmediato. Para evitar este inconveniente es recomendable prestar atención a una serie de síntomas que pueden alertar de averías en el motor de arranque.
Un síntoma fácilmente detectable es la dificultad de arranque del motor. Si el motor no arranca a la primera, lo mejor es dirigirse al taller para que puedan revisar el motor de arranque y comprobar su estado. Es posible que las dificultades se hagan más notables en las épocas de frío, por lo que es mejor comprobar el estado de la pieza antes de la época de frío.
Otro síntoma relacionado con el mal funcionamiento del motor de arranque pueden ser ciertos ruidos. Si al girar la llave para arrancar el motor se escucha un sonido extraño, puede indicar que se están produciendo los primeros síntomas de fallo en el motor de arranque. Además, si se escucha un ruido proveniente de la zona del motor durante los primeros segundos después del arranque, también es conveniente revisar el motor de arranque, puesto que estos pueden indicar un problema en la pieza.
El motor de arranque necesita una gran cantidad de energía para funcionar, es por eso que en ocasiones cuando este no funciona correctamente no es debido a un problema en la misma pieza, sino que puede estar relacionado con la energía que le llega. Esto puede ser debido a problemas de conexiones o problemas con la batería. Por ello, antes de sustituir esta pieza directamente, es necesario comprobar el funcionamiento del circuito.
En otras ocasiones lo único que impide al motor de arranque realizar su trabajo de la manera adecuada es la suciedad acumulada, en tal caso basta con limpiar la pieza correctamente y esta podrá seguir funcionando.
Otra opción en caso de avería es la de sustituir solamente la pieza dañada del motor, sin embargo, esto puede llevar demasiado tiempo y esfuerzo y en la mayoría de ocasiones se opta por sustituir el motor de arranque completo.
Para sustituir la pieza, los pasos variarán considerablemente de un modelo de coche a otro. Sin embargo, en términos generales, es necesario seguir los siguientes pasos:
- Localizar el motor de arranque y desconectar toda la alimentación.
- Extraer las sujeciones que fijan la pieza y retirar dicho motor.
- Instalar la pieza nueva y fijarla mediante sus sujeciones.
- Volver a conectar la alimentación y comprobar su funcionamiento.