En la actualidad, muchos fabricantes de coches eléctricos están pensando en equipar sus vehículos con grandes baterías. Estas ayudan a ofrecer a los coches hasta unos increíbles 1.000 kilómetros de autonomía, algo que era impensable hace solo unos años. Las baterías que ofrecen estas cifras son de gran tamaño y para fabricarlas, se necesita echar mano a los escasos recursos naturales que hay, como el litio.
Pero no todos los fabricantes están dispuestos a pasar por unas baterías de ese tamaño. Las consideran inasumibles y poco rentables. Una de esas marcas que rechaza el uso de baterías de gran tamaño y capaces de ofrecer autonomías por encima de los 500 kilómetros es Ford. Para su CEO, Jim Farley, es un derroche de recursos que no aporta nada, en realidad.
Más autonomía, pero conteniendo el uso de los recursos
Para el ejecutivo de Ford, se necesita que las baterías sean más eficientes y con el menor peso posible y ofrezcan la mayor autonomía. Así que los planes de la compañía estadounidense pasan por evitar las grandes baterías que lastran al coche y, sobre todo, a su precio. El uso de estas baterías de gran tamaño provoca que el precio de los coches eléctricos se dispare y que el rendimiento económico de cada uno de ellos disminuya. Es difícil sacar beneficios de los coches eléctricos si se quiere que sean competitivos en el mercado.
Dentro de pocos meses, Ford va a presentar un SUV de siete plazas, un vehículo eléctrico que contará con una batería que ofrecerá una autonomía de hasta 560 kilómetros. Equipará un paquete de baterías con una capacidad de alrededor de 100 kWh. Esta parece ser el tope de tamaño con el que quiere contar la compañía. Aún así, podemos encontrar el Ford F-150 Lightning, un pick-up equipado con una batería de 130 kWh, pero no hay planes para seguir creciendo en ese aspecto.
La intención de Ford, según palabras de su CEO, es «hacer la batería más pequeña posible para una autonomía competitiva«. El ejecutivo ha querido ilustrar el ejemplo de una batería desproporcionada y un vehículo excesivamente grande en el GM Hummer. Este modelo equipa una batería de 200 kWh, lo que hace que sea muy pesado y que incluso ofrezca problemas para ser conducido en España, por ejemplo.
Con estas palabras, ya podemos esperar de Ford vehículos eléctricos contenidos y con baterías no muy grandes, capaces de ofrecer una autonomía de unos 500 kilómetros. Algo que, para Farley, es más que suficiente para el uso común de los coches eléctricos.