Por concepción y piezas mecánicas implicadas, el coche eléctrico no debería dar tantos problemas, pues tienden a ser más fiables y menos propensos a visitar el taller que sus homólogos de combustión interna, grupo en el que, en mayor medida, también podemos meter a los híbridos.
De todos modos, hasta el momento, si bien se daba por hecho este tipo de mecánica con menos piezas, los últimos estudios han descubierto que esto no es del todo así. O mejor dicho; no es tanto como se creía. Porque sí; el coche eléctrico sigue sufriendo problemas de fiabilidad, si bien se presenta con menos disposición que el de combustión. Pero también con ciertos puntos que vale la pena resolver y solucionar para los próximos años.
El coche eléctrico tiene un gran reto para mejor sus problemas
Nadie duda que el ingreso del vehículo eléctrico a nuestras ciudades es un asunto inevitable. La necesidad de que la sociedad global abandone el uso de los combustibles fósiles frente a las consecuencias del calentamiento global, lleva al nuevo protagonismo de la movilidad eléctrica, dentro de la cual el automóvil es un elemento clave en su masificación.
De hecho, en nuestros días contamos con un amplio número de marcas y fabricantes que, directamente, han puesto fecha de caducidad al motor de combustión, como Audi, entre otros, que anunció que solo fabricará motores eléctricos a partir de 2026. Y prácticamente la mayoría de los fabricantes del mundo trabajan en el desarrollo de modelos movidos por baterías.Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Además, la Comisión Europea ha fijado el fin de la era de los combustibles fósiles en 2050 para reducir así las emisiones causantes del calentamiento global y la contaminación del aire. Pero el reto de conseguir que los coches eléctricos no tengan ningún impacto negativo en el planeta a lo largo