Aunque la solicitó en junio de 2021, Mazda acaba de obtener la patente de un sistema de propulsión híbrido con motor rotativo que podríamos ver muy pronto en un nuevo modelo de producción. Más concretamente, en un deportivo híbrido.
Según el documento, en esencia esta tecnología (que en la marca denominan ‘XEV’) se compone de un motor de combustión, uno eléctrico principal y otros dos motores que impulsan las dos ruedas delanteras. Además, utiliza un exclusivo sistema de batería de doble voltaje que, según Mazda, ahorra peso al tiempo que permite elevados picos de potencia.
Una seña de identidad de la marca reconvertida a accesorio
Pese a que el inventor del prodigioso motor rotativo fue el Dr. Felix Wankel, a lo largo de su historia, Mazda lo ha convertido en una de sus señas de identidad gracias al trabajo de Kenichi Yamamoto.
Sin embargo, debido a las normas de emisiones cada vez más duras, desde que dejó de producirse el precioso RX-8 en junio de 2012 (aunque en Europa, nos dejó en 2010) no hemos vuelto a ver un motor rotativo en un Mazda. Eso sí, la marca lleva casi una década trabajando en un motor rotativo como generador para un eléctrico.
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