En 2021, Tesla alcanzó un valor bursátil de un billón de dólares, dejando muy atrás a Toyota, con un valor de 240.000 millones de dólares y Volkswagen (149.000 millones de dólares).
En la estela de Tesla, los inversores apostaron por las startups de coches eléctricos. Sin embargo, no son pocos los analistas que consideran que esas startups están sobrevaloradas y muchas no tardarán en desaparecer.
Marcas como Fisker, Lucid o Rivian han logrado llamativos titulares en toda la prensa mundial y han alcanzado valoraciones bursátiles muy elevadas antes de hundirse. Ahora, según informa The Washington Post, puede que estas startups enfrenten ahora su supervivencia.
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Durante los últimos años, estas tres marcas apenas han fabricado coches, por no decir que no han fabricado una sola unidad para clientes, como Fisker.
A pesar de que es la segunda vez que Henrik Fisker se lanza en la fabricación de coches (su primer intento consistía en recarrozar BMW Serie 6), Fisker salió a bolsa a finales de 2020. A pesar de no haber vendido todavía un sólo coche y, por tanto, no disponer de ingresos, la empresa fue valorada en 8.000 millones de dólares.
El verano siguiente, Lucid